Custodia de menores

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Cuando en una pareja se produce una ruptura de convivencia y la misma tiene hijos en común, en la mayoría de las ocasiones no existe el mutuo acuerdo, iniciándose así un proceso por la custodia de menores que la pareja tiene en común.

La custodia de menores siempre está encima de la mesa del despacho de los Jueces de nuestro país.

El detective privado es requerido en muchas de las ocasiones para demostrar que el otro progenitor no está capacitado para ostentar dicha custodia y tener que ratificar ante los juzgados los hechos de los que ha sido testigo.

Muchas veces e incomprensiblemente el progenitor que tiene la custodia del menor y aún sabiendo que del mismo no se puede hacer cargo, inicia litigios en los Tribunales con el único afán de perjudicar a su ex-pareja.

Madres y padres que lejos de pasar sus ratos de ocio y descanso con sus hijos, son cogidos infraganti por el detective privado con largas y continuadas ausencias de su domicilio, dejando al menor a cargo de sus abuelos.

Otros padres incumplen el régimen de visitas estipulado en el convenio regulador, utilizando a sus hijos como moneda de cambio y chantaje hacia la que fue anteriormente su pareja.

Son observaciones que el detective privado realiza y luego describe con todos los puntos en el contenido del informe que es entregado a la parte solicitante del servicio.

La picaresca y el afán por ganar esa batalla perdida tiempo atrás en los juzgados, acaban desencadenando una serie de sucesos llenos de premeditación para evadir sus obligaciones.

Tal es el caso del cónyuge que lejos de pagar la pensión de alimentos correspondiente, solicita la modificación de medidas para dejar de cumplir su obligación alegando como causa principal la inexistencia de trabajo.

El detective privado después de un seguimiento exhaustivo de sus movimientos y posterior a lo planificado anteriormente, descubre como el citado progenitor desempeña actividades laborales.

No solo incumple lo que es su obligación, si no además defraudando a toda la sociedad al realizar la mencionada actividad al amparo de la picaresca, ilegalmente, y utilizando la economía sumergida como escondite propio de quien articula y practica el engaño.

Por desgracia estas situaciones no distinguen de ciudades, y son igualmente utilizadas en Ourense que en Zamora, Madrid, Castellón…, tampoco distinguen de poder adquisitivo, ni siquiera haciéndose eco del perjuicio que se le pueda causar al menor.

By: InvestigaMas Detectives.

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